Compatibilidad Signos Zodiacales entre Tauro y Libra
Consulta la compatiblidad entre Tauro y Libra ...
Es el tiempo de relación que comienza despreocupadamente y que con el tiempo se va solidificando hasta tal punto que la unión matrimonial sea inevitable y necesaria en la que tendrán amplias posibilidades de encontrar una felicidad verdadera.
Pero los verdaderos lazos de esta pareja se deben buscar en el sexo, faceta en la que se entienden a la perfección.
Sus deseos son comunes y ambos vuelcan en el lecho una buena dosis de calor emotivo y sentimental.
La unión de estos signos está llena de romanticismo y atracción. Es posible que los conflictos aparezcan por la dificultad de Tauro para comunicarse, conversar y expresar lo que siente. La insistencia de Tauro provocará malestar en la relación, en particular Tauro es simpático, tranquilo y honrado en sus sentimientos. Tauro es maduro e inteligente. Raramente pierde el autocontrol pero, cuando lo molestan, puede ser muy agresivo. Por este motivo es menester conseguirse un compañero habilidoso como Libra, que resulta amable, expresivo, tolerante, delicado, astuto e instruido. Es romántico e idealista. Se muestra amable y permisivo para evitar discusiones. Es listo y conciliador. Libra no tolera la rutina y le agrada disfrutar fuera de casa, a diferencia del hogareño Tauro que adora vivir cada momento en familia. Los dos signos tendrán que ser comprensivos y desistir en ciertas cuestiones para lograr una buena relación.
Estos dos signos son exageradamente sensitivos y románticos. En particular Libra es seductor y atractivo, respetuoso, discreto y reflexivo. Adora la calma y el buen gusto en lo referente a su casa. Es estudioso y adora los encuentros y reuniones culturales. Está siempre pendiente de lograr el equilibrio y la armonía en las relaciones que mantiene. Mientras Tauro es dulce, fuerte, persistente, tradicionalista y familiero. Se ocupa siempre de brindar la comodidad y el bienestar que su familia se merece. El amor del sociable Libra por el entretenimiento y la conversación, puede ser invadido por la felicidad que el tranquilo Tauro siente en su hogar. De igual manera la falta de dialogo de Tauro puede distanciar al sugestivo Libra. A pesar de todo, es probable que con un poco de paciencia e inteligencia, ambos signos consigan una unión fuerte y duradera.
Si bien encontramos el mismo regente Venus en ambos signos, y proporciona ciertas tendencias muy similares entre ambas, no sucede lo mismo en cuanto a la forma de expresarse y el modo que cada una siente las prioridades necesarias para su crecimiento. Los dos elementos que los caracteriza, la tierra y el aire, ya de por sí son antagónicos, y en cierta forma, crearían rechazo por el simple hecho de permanecer juntos. Son como las dos caras de la misma moneda, y en la mitología estaban representadas por Venus Pandemus y Venus Urania, una misma deidad con dos facetas muy diferentes; el amor carnal, fácil y voluptuoso, y el amor ideal, puro y sin egoísmo. Como estas descripciones no se dan de forma terminante en los seres humanos, sino que participan en menor o mayor grado de ellas, siempre existiría la posibilidad de que entre ambos hubiera armonía. El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.
Si bien encontramos el mismo regente Venus en ambos signos, y proporciona ciertas tendencias muy similares entre los dos, no sucede lo mismo en cuanto a la forma de expresarse y el modo que cada uno siente las prioridades necesarias para su crecimiento. Los dos elementos que los caracteriza, la tierra y el aire, ya de por sí son antagónicos, y en cierta forma, crearían rechazo por el simple hecho de permanecer juntos. Son como las dos caras de la misma moneda, y en la mitología estaban representadas por Venus Pandemus y Venus Urania, una misma deidad con dos facetas muy diferentes; el amor carnal, fácil y voluptuoso, y el amor ideal, puro y sin egoísmo. Como estas descripciones no se dan de forma terminante en los seres humanos, sino que participan en menor o mayor grado de ellas, siempre existiría la posibilidad de que entre ambos hubiera armonía. El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.