Compatibilidad Signos Zodiacales entre Piscis Mujer y Aries
Consulta la compatiblidad entre Piscis Mujer y Aries ...
Poseen una correcta compatibilidad. Los instintos autoritarios de Aries pueden ser estimulados por el retraído Piscis, el cual a su vez se somete a las órdenes de Aries, pues se encuentra recluido en su mundo interior. Continuamente espera que el otro inicie las cosas, que actúe en primer lugar, pero a pesar de ello es romántico, misterioso, soñador, comprensivo y sacrificado. Se apasiona por la entrega total y el amor bondadoso, no tiene límites para sus emociones. La energía y fortaleza de Aries le brinda la seguridad que él busca. Esta siempre pendiente de las necesidades del otro. Por fortuna, Aries suele tomar la iniciativa, accionar primero, fortalecer e impulsar a Piscis. La pareja se mantendrá unida exitosamente si Aries se entrega a su pareja verdaderamente. De otra forma, al transcurrir cierto tiempo, Piscis se distanciará de Aries sin pensarlo.
Esta relación se torna muy complicada ya que el elemento fuego de Aries está disociado del elemento agua de Piscis, por lo que generalmente las uniones entre ambos signos pueden producir discrepancias continuas en la mayoría de los terrenos. Si bien estos análisis son muy generales, cabría otras posibilidades en las que ambos sí puedan entablar una relación estable, y para ello sería necesario cotejar ambas Cartas Astrales para comprobar qué elementos asociativos existen. En este ejemplo el signo de Piscis tendría mayor ventaja ya que Aries le refuerza y estimula; pero no así para Aries que buscaría, a la menor oportunidad, alguien con patrones similares, ya que se sentiría agobiada, con escasa energía, y debilitada la mayoría del tiempo en su convivencia con Piscis. No quiere decir esto que Aries no quiera a Piscis, o no llegue a quererla, sino que sus campos magnéticos tienen distinta polaridad, se repelen. El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.