Compatibilidad Signos Zodiacales entre Leo Mujer y Virgo

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Es una relación colmada de misticismo e intriga. El idealista Leo pone en funcionamiento la imaginación y originalidad de Virgo, por lo que se ve entusiasmado a arriesgarse y desenvolverse ampliamente para complacer a Leo. Individualmente Virgo es tranquilo, culto, objetivo, ordenado y razonable. Es maduro, laborioso, precavido, generoso y muy estructurado. Por su parte Leo es soberbio, impulsivo y atractivo. Es sensible, pasional y adora que lo halaguen, es curioso, presumido y requiere sentirse siempre el principal protagonista en lo que emprende. Nunca se deprime por metas que no alcanza, ya que ante todo es optimista y necesita el reconocimiento de su compañero. Estas características peculiares de cada signo, causan un constante conflicto para entenderse el uno al otro. Encontrarán la felicidad siempre que Virgo entienda la importancia que tiene para su pareja el elogio y el reconocimiento, y Leo piense en su orgullo y mida su ostentación.

Los dos elementos fuego y tierra, Leo y Virgo, si bien pueden presentar algunas desavenencias, puede ser que puedan convivir juntas y desarrollarse normalmente sin demasiados trastornos. En este caso el signo femenino de Leo llevaría la iniciativa, aunque debería atender las necesidades de su pareja, que vería en sus actos demasiada precipitación, exceso de optimismo y escasa evaluación de sus actos. Virgo necesita pensar todo lo que hace, analizar los pros y los contra, evaluar el afecto de su pareja; y Leo es signo de acción, y para ella, el sentido formal y analítico de Virgo le proporcionaría mayor estabilidad y sentido práctico. Los sentimientos entre ambas están en escalas de valores distintas, así como la forma de ver los distintos aspectos de la vida cotidiana. El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.