Compatibilidad Signos Zodiacales entre Cancer y Acuario Mujer
Consulta la compatiblidad entre Cancer y Acuario Mujer...
Es una relación complicada pero no imposible. Acuario analiza la realidad y Cáncer se deja llevar por sus instintos. Entre ellos surgirían conflictos económicos, ya que uno es conservador y el otro se entrega al derroche sin privarse de nada. A Cáncer lo cautiva la rapidez del pensamiento de Acuario. Es familiero, un gran jefe de familia y está siempre pendiente de las necesidades de los demás. Requiere de un ambiente agradable para sentirse contenido. Es efusivo, susceptible y pasional, pero ante todo hace y dice lo que siente. Acuario cuenta con una conducta indiscutible y una excelente originalidad. Es tranquilo, amable y extremadamente amigable. Aprecia la amistad y la fidelidad de su compañero. Es leal a su pareja y en ella busca un compañero y amigo, antes que un amante. Acuario encuentra en Cáncer la ayuda para hacer realidad sus ideas.
Los elementos agua de Cáncer y aire de Acuario, no son precisamente buenos conductores del amor cuando están juntas, ya que podríamos decir que vibran a frecuencias distintas y tiene formas muy diferentes de enfrentar las situaciones. Lo que a una le parece bien a la otra le saca de quicio. Tampoco queremos dar a entender que para llevarse bien tengamos que hacer todo lo que nuestra pareja quiera, por lo que recomendamos una justa medida, alternar y ser comprensibles. Para cerciorarse de si existe posibilidad de entablar estrechas relaciones entre dos personas, sería necesario analizar las Cartas Astrales de ambos y ver los factores que tienen en común. El amor entre los seres humanos no es imperativo sexual, ni dogma social o religioso que impida la libre unión entre dos personas, sean estas de distinto color de piel, del sexo que fuere, o de cualquier religión. Pero sí debemos entender que para que surja el amor, es imprescindible el lazo de la amistad, de la amistad sincera que no busca aranceles, ni comisiones de confianza, ni camas huecas de afectos, ni de las dudas de los celos infecciosos.